Las mejores prácticas para el trabajo en equipo deben estar orientadas a crear un entorno y una relación en la que cada miembro se sienta integrado, y todo el grupo crezca personal y profesionalmente. Si bien, esto se consigue apostando por el bienestar a largo plazo y un profundo conocimiento de la plantilla.
Los equipos de trabajo deben estar bien estructurados, determinando las responsabilidades de cada miembro y facilitando que se compartan habilidades, talentos e ideas, en los que los líderes deben ser capaces de incentivar, inspirar y motivar en total confianza a su equipo para así alcanzar los resultados más positivos y los objetivos más ambiciosos.
Cómo fomentar el trabajo en equipo y llevar al éxito la organización
Para fomentar un trabajo en equipo, sobre todo cuando se cuenta con un modelo híbrido de trabajo y el talento está descentralizado, es fundamental que exista un liderazgo efectivo, capaz de influir positivamente en otros, apoyándolos y motivándolos para lograr un buen objetivo común.
Y que cada participante se involucre en su actividad con cordialidad, sociabilidad, expresividad, honradez y democráticamente.
Veamos a continuación algunos puntos esenciales para conseguir un equipo que trabaje eficientemente, incluso si cada elemento trabaja desde un coworking o centro de negocios en distintas ciudades.
Tener una visión clara
Es crucial tener un conocimiento claro y preciso de las necesidades que se requieran, para buscar los perfiles más adecuados a cada equipo de trabajo, asegurándose de que cada cooperante está alineado y comprometido con el equipo y la organización.
De lo contrario, los entornos de trabajo caóticos, basados en el miedo al control y mando de una organización meramente piramidal desencadenan la fuga del talento.
Colaborar
Entre los miembros de cada equipo y entre equipos se debe fomentar la colaboración en confianza.
Especialmente en este mercado internacional competitivo se hace necesario mantener un buen sistema de colaboración para poder crear una buena dinámica interna de participación, comunicación y formas de esclarecer conflictos y resolver problemas, fomentando la creatividad e interacción entre los partícipes del grupo.
Para ello, dentro de la propia organización tiene que existir una estructura organizada que distribuya el trabajo acorde a las habilidades y cualidades de los partícipes para lograr los objetivos comunes dentro del tiempo.
Incentivar la interacción socio-laboral
Para fomentar el éxito en el trabajo en equipo se deben aprovechar todas las oportunidades en las que se cree una conexión, ya sea reunión de carácter formal o informal, entre compañeros, especialmente en los procesos de incorporación de nuevo talento.
Las reuniones de equipo son un buen sistema relacional y deben fomentar la creatividad e interacción para hacer efectivo un favorable crecimiento a través de un ambiente participativo e intercambiando ideas; pero también es importante comprobar y conocer las necesidades emocionales y personales del trabajador individual, hablando de tú a tú, para que la persona se sienta valorada y que forma parte del grupo, para así poder anticiparse a resolver algún posible conflicto laboral o personal que se tenga.
Cuando no se conocen o comunican los miembros del equipo no se origina un ambiente colaborativo, y se pueden originar competencia y desconfianza.
Integrar flujos de trabajo
La empresa tiene que facilitar a cada equipo las herramientas necesarias para que se produzca una mayor fluidez de la información del trabajo cotidiano de cada miembro al flujo de trabajo del equipo, para que no se produzcan esfuerzos vanos ni errores o eliminar los silos de información.
Es conveniente para las empresas que, sin importar su tamaño, el sector, los objetivos o su presupuesto, inviertan en tecnología que facilite la comunicación y la actividad de un equipo, ya que los resultados que provienen del trabajo en equipo son superiores al resultado de una actividad individualizada.
Hablar en “nosotros”
Crear un entorno de trabajo en donde se hable en plural, centrando la actividad y los logros o errores más en el conjunto de personas con miras y fines comunes que en la individualidad del “yo”, constituye una forma constructiva del trabajo en equipo.
Cada miembro se sentirá más involucrado y pondrá más empeño en obtener los mejores resultados del proyecto.
Diversidad
A pesar de que cada persona del grupo puede tener puntos de vista, personalidad y estilo de trabajo diferente, la diversidad de criterios puede enriquecer la cooperación y la innovación para impulsar los resultados del proyecto.
Lo esencial es saber solventar las diferencias, aceptar cada opinión o crítica con tolerancia y tener predisposición para que no se vea afectada la dinámica del grupo y que el equipo supere los obstáculos.
Otras prácticas para fomentar el trabajo en equipo
Cultivar la felicidad y la motivación, elegir y definir claramente la actividad más idónea para cada integrante, fomentar la colaboración, especificar las estrategias y establecer expectativas claras y ordenadas que mejoren el compromiso, la integridad y ética de cada miembro para lograr los resultados positivos que la organización o empresa espera de sus equipos de trabajo son prácticas que suponen una función de liderazgo a seguir para un grupo de personas que, con conocimientos y habilidades, se complementan para cooperar en común en proyectos y metas que cumplir.En general, un buen plan de acción para fomentar el trabajo en equipo, que repercuta en la mayor eficacia y competitividad, se debe basar en la organización, planificación, ejecución, colaboración y evaluación de la actividad del trabajo en equipo. Especialmente si la compañía está descentralizada.